lunes, 6 de febrero de 2017

MADRES PRIMERIZAS...




Madres primerizas

Ser madre por primera vez es motivo de pánico y alegría. No estamos seguras de cómo afrontaremos los retos de cuidar a nuestro bebé hasta hacerse grande. Pero… Las mujeres nacemos con un instinto materno que es primitivo, básico y que está por encima de las modas, culturas y costumbres. Sabemos ser mamás, y podemos ser excelentes madres.

Jugamos a “mamás” cuando somos niñas porque es algo que nos “sale de dentro” ,desde el fondo de nuestro corazón creador. Ser mamá es una posibilidad que siempre está en el aire, sobrevolando por encima de nuestra cabeza a la espera del momento adecuado… Algunas mujeres tienen hijos en su juventud, otras esperan a cumplir los cuarenta… Algunas lo tienen de sorpresa y otras lo planifican. A algunas, el bebé les dificultará la vida, trastocando todos sus planes para el futuro, mientras que para otras, el bebé será el final deseado de su cuento de hadas… Pero en cualquier caso y circunstancia, nuestro bebé es nuestro mayor tesoro, y lo amamos desde el momento que sabemos de su existencia.



Una mamá primeriza experimenta un cúmulo de sentimientos que a veces es difícil de sobrellevar, pero es normal, es de esperar… ¡No existe nada más importante en todo el universo que crear a una persona! ¡Es algo grandioso! ¡Es sublime! Describir lo que sentimos cuando sostenemos a nuestro bebé por primera vez es muy difícil. Por supuesto, sentimos gozo reverente, ternura, admiración y amor… ¡tanto amor! Pero también tenemos que luchar contra sentimientos de confusión, temor, duda, ansiedad…

Las primeras semanas suelen ser muy difíciles para las mamás primerizas. Nos enfrentamos a una fatiga extrema, incertidumbre acerca de nuestras habilidades, depresión post-parto, nuevas expectativas por parte de nuestra familia y amigos… y la sobrecogedora realidad de que somos responsables de un ser humano (un ser humano que no nos deja descansar y que nos reclama las veinticuatro horas del día). Nos podemos sentir llenas de felicidad y optimismo en un minuto, y llorosas y temerosas al siguiente.

Pero eso es normal, no eres la única que se siente así: Unas 300.000 mujeres dan a luz cada día, y la mayoría de ellas afirman que convertirse en madre fue el cambio más profundo que jamás experimentaron.

Tres sencillos consejos para madres primerizas:   No hagas caso a las dudas, al temor, a la depresión (es normal experimentarla y se pasará), a la ansiedad, al “¿podré?”, al “¿seré capaz?”… ¡Por supuesto que podrás y que serás capaz! Recuerda que las mujeres llevamos miles de años siendo madres (y la mayoría no teníamos ni idea de qué estábamos haciendo). No tengas miedo de preguntar y de pedir ayuda. Disfruta de tu bebé. Hazle sentir amado.   ¡Y que seas muy, muy feliz, mamá primeriza…!
 © Autor: Rebeca Byler



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