Madres primerizas
Ser madre por primera vez es motivo de pánico y alegría. No
estamos seguras de cómo afrontaremos los retos de cuidar a nuestro bebé hasta
hacerse grande. Pero… Las mujeres nacemos con un instinto materno que es
primitivo, básico y que está por encima de las modas, culturas y costumbres.
Sabemos ser mamás, y podemos ser excelentes madres.
Jugamos a “mamás” cuando somos niñas porque es algo que nos
“sale de dentro” ,desde el fondo de nuestro corazón creador. Ser mamá es una
posibilidad que siempre está en el aire, sobrevolando por encima de nuestra
cabeza a la espera del momento adecuado… Algunas mujeres tienen hijos en su
juventud, otras esperan a cumplir los cuarenta… Algunas lo tienen de sorpresa y
otras lo planifican. A algunas, el bebé les dificultará la vida, trastocando
todos sus planes para el futuro, mientras que para otras, el bebé será el final
deseado de su cuento de hadas… Pero en cualquier caso y circunstancia, nuestro
bebé es nuestro mayor tesoro, y lo amamos desde el momento que sabemos de su
existencia.
Una mamá primeriza experimenta un cúmulo de sentimientos que
a veces es difícil de sobrellevar, pero es normal, es de esperar… ¡No existe
nada más importante en todo el universo que crear a una persona! ¡Es algo
grandioso! ¡Es sublime! Describir lo que sentimos cuando sostenemos a nuestro
bebé por primera vez es muy difícil. Por supuesto, sentimos gozo reverente,
ternura, admiración y amor… ¡tanto amor! Pero también tenemos que luchar contra
sentimientos de confusión, temor, duda, ansiedad…
Las primeras semanas suelen ser muy difíciles para las mamás
primerizas. Nos enfrentamos a una fatiga extrema, incertidumbre acerca de
nuestras habilidades, depresión post-parto, nuevas expectativas por parte de
nuestra familia y amigos… y la sobrecogedora realidad de que somos responsables
de un ser humano (un ser humano que no nos deja descansar y que nos reclama las
veinticuatro horas del día). Nos podemos sentir llenas de felicidad y optimismo
en un minuto, y llorosas y temerosas al siguiente.
Pero eso es normal, no eres la única que se siente así: Unas
300.000 mujeres dan a luz cada día, y la mayoría de ellas afirman que
convertirse en madre fue el cambio más profundo que jamás experimentaron.
Tres sencillos consejos para madres primerizas: No hagas caso a las dudas, al temor, a la
depresión (es normal experimentarla y se pasará), a la ansiedad, al “¿podré?”,
al “¿seré capaz?”… ¡Por supuesto que podrás y que serás capaz! Recuerda que las
mujeres llevamos miles de años siendo madres (y la mayoría no teníamos ni idea
de qué estábamos haciendo). No tengas miedo de preguntar y de pedir ayuda.
Disfruta de tu bebé. Hazle sentir amado.
¡Y que seas muy, muy feliz, mamá primeriza…!
© Autor: Rebeca Byler
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