EL ESPOSO LE FUE INFIEL Y LA ECHÓ DE CASA.
¡ELLA PLANEÓ UNA VENGANZA GENIAL!
La infidelidad en
las relaciones de pareja tiene consecuencias
devastadoras. Es la primera causa de divorcio
no solamente en occidente sino en otras muchas culturas estudiadas. Puede
causar a la persona traicionada, angustia y le puede desencadenar ataques de furia y sentimientos de humillación. También está asociada a la depresión mayor y a la ansiedad.
Pese a que la diferencia entre estudios es
importante, la mayoría coincide en apuntar que entre el 40 y el 50% de los adultos ha sido infiel alguna
vez en su vida. La cifra varía según los
países. En España la última encuesta del 2008, apuntaba a que el 20% de los españoles, hombres y mujeres, habían tenido alguna relación íntima con alguien
que no era su pareja, pero los sociólogos insisten en que la cifra debe ser
mucho mayor, y podría estar aumentando.
El divorcio puede
ser un poco incómodo y emocional, si se toma como opción. Esto es especialmente
cierto si su pareja le está dejando por otra persona. En esta historia, una mujer recibe la venganza perfecta. Nosotros no hemos podido verificar si la historia
es un relato verdadero, pero seguro que deseamos que sea así.
A veces, la venganza parece la solución más
tentadora por ser traicionado por un ser querido. Estás a punto de leer una
historia que ha estado circulando en línea durante muchos años. Los lectores de todo el mundo han caído en el amor
con esta leyenda urbana que termina con un toque de dulce venganza.
La Historia de Edith y su esposo Jake
Después de
37 años de matrimonio, Jake decidió
dejar a su esposa a un lado, por su joven secretaria. Su nueva novia exigió que
quería vivir en la casa en la que Jake y Edith habían
vivido, y que valía varios millones de dólares.
Fuera de
tener la pena de ver que su matrimonio iba terminándose, ahora se veía
enfrentada a que su esposo la sacara de su casa, para meter a su amante. Puesto que Jake tenía mejores abogados, ganó el
pleito. Dio a Edith, su ahora
ex esposa, sólo 3 días en salir.
Se pasó el primer día empacando
sus pertenencias en cajas y cajones. En el segundo día, ella
tenía dos camiones que debían venir a recoger sus cosas. Todo esto la hacía
pensar en sus 37 años de matrimonio. Le daba vueltas en su cabeza para saber
que había llevado a su esposo a serle infiel.
Planeando su
venganza
El día 3,
se sentó por última vez en su hermosa mesa de comedor a la luz de las velas,
puso música suave de fondo, y cocinó una deliciosa cena. Preparó una libra de camarones,
un frasco de caviar y una botella de Chardonnay.
Seguía pensando en que su esposo
la había cambiado por su joven y bella secretaria y fuera de eso le estaba
expulsando de su propia casa. Era muy injusto que ella fuera la mujer engañada
y expulsada, y que esa intrusa disfrutara de lo que a ella le costó tantos
años…
Así que debería haber algo que
ella pudiera hacer… y lo hizo…
Cuando
terminó de cenar, tomó las cáscaras de las gambas
y los restos del caviar y los puso en el interior de todas las barras de las
cortinas. Luego limpió la cocina, puso los cortineros en su lugar y se
fue.
Los días
siguieron
Cuando Jake regresó
con su nueva novia, todo era felicidad los primeros días. Luego,
lentamente, la casa empezó a oler. El olor crecía y se expandía en toda la
casa, comenzó a ponerse casi
insoportable.
Trataron
todo; limpieza, fregar, y ventilar el
lugar. Las ventilas fueron revisadas buscando roedores muertos. Se
limpiaron las alfombras, las cortinas. Ambientadores fueron colgados por todas
partes. Exterminadores se
contrataron para hacer estallar bombas de gas por lo que tuvieron que salir por
unos días y al final incluso reemplazar la costosa alfombra de lana.
Pero nada
funcionó
La gente dejó de venir a
visitarlos. Reparadores se negaron a trabajar en la casa. La criada abandonó su
trabajo. Por último, no podían soportar el hedor por más tiempo y decidieron
moverse.
Un mes más
tarde, a pesar de haber reducido su precio a la mitad, no podían encontrar un
comprador para su casa maloliente. Se corrió la voz y,
finalmente, incluso los agentes inmobiliarios locales se negaron a regresar sus
llamadas. Finalmente tuvieron que pedir prestado una
gran suma de dinero del banco para comprar un nuevo lugar.
La
culminación del plan de Edith
Edith llama a Jake y le
preguntó cómo iban las cosas. Él le dijo que algo en la
casa estaba en descomposición. Ella escuchó cortésmente y dijo que echaba de
menos su antigua casa terriblemente y que estaría dispuesta a reducir su
acuerdo de divorcio a cambio de obtener la casa de nuevo.
Sabiendo
que su ex esposa no tenía idea de qué tan grave era el olor, hicieron un
acuerdo en un precio que era aproximadamente casi la décima parte de lo que la
casa había valido. Así que Edith llevó los
documentos ese mismo día. Ella estuvo de acuerdo y dentro de
una hora, sus abogados habían entregado el papeleo.
Una semana
más tarde, Jake y su novia estaban
sonriendo, pensando en lo que sufriría Edith con el mal olor, mientras
observaban a la empresa de mudanzas sacar absolutamente todo para llevarlo a su
nuevo hogar… Incluyendo las barras de las
cortinas.
Moraleja
Nunca enojes a tu pareja porque no
sabrás como se puede vengar de ti.
Ahora Edith es feliz en su casa de
nuevo, mientras Jake y su pareja los persigue una maldición de mal olor por
siempre.
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