miércoles, 8 de febrero de 2017

SABEN POR QUE LOS HOMBRES NOS LLAMAN BRUJAS?





¿SABES POR QUÉ LOS HOMBRES
NOS LLAMAN BRUJITAS?

Porque llegamos al fin de mes haciendo magia con el dinero...
Porque hacemos milagros con la comida cuando hay visita...
Porque estamos al mismo tiempo en varios lugares:
en la oficina, lavando, planchado, haciendo la tarea
con los hijos, cocinando, contestando mensajes...

Porque tenemos la capacidad de hechizar a "nuestro hombre"...
y  porque somos varias personas a la vez en un solo cuerpo:
hija, hermana, esposa, madre, amiga, amante, compañera...
y aparte nos queda tiempo para el Facebook!



QUISE AMARTE COMO A NADIE, Y ME DESPRECIASTE




Quise amarte como a nadie, y me despreciaste

Quise amarte como a nadie,
quise ser tu compañero,
quise ser tu consuelo,
quise ser tu amante,
quise proyectarme contigo.

Quise estar en los momentos difíciles,
quise abrazarte cuando lo necesites.
Quise darte amor y tranquilidad.

Y todo lo que recibí fue desprecio y humillación.
Dejaste una herida que nunca cerrará,
te reíste de mi humildad.
Y así y todo te perdono.
Te deseo lo mejor en tu vida.
Fue un lindo sueño y nada más.

2015 Autor: Esteban Mendez


LO QUE ENCONTRÉ POR SAN VALENTÍN PARA TI




Lo que encontré por San Valentín para ti

Buscando cosas para este San Valentín, entre cartas y postales encontré unas flores… Las metí en un jarrón, les puse agua, y viendo lo hermoso que quedaron me pregunté…
¿A quién podría regalar estas hermosas flores?
Y pensé en ti.

Y es que, doy gracias por tener a quien enviar postales, cartas y flores en estos días del amor y la amistad.

Doy gracias a Dios por tu amistad.
Siento que es una gran bendición de Dios el tener el privilegio de saber a quién enviarle un par de flores como muestra de amistad.
Tu amistad es para mí un regalo de Dios.

Gracias por estar ahí para mí, sé que sólo son unas humildes flores… pero espero que sepas ver lo que representan.

Un abrazo,
y que Dios te bendiga mucho,
¡Feliz San Valentín!


lunes, 6 de febrero de 2017

MADRES PRIMERIZAS...




Madres primerizas

Ser madre por primera vez es motivo de pánico y alegría. No estamos seguras de cómo afrontaremos los retos de cuidar a nuestro bebé hasta hacerse grande. Pero… Las mujeres nacemos con un instinto materno que es primitivo, básico y que está por encima de las modas, culturas y costumbres. Sabemos ser mamás, y podemos ser excelentes madres.

Jugamos a “mamás” cuando somos niñas porque es algo que nos “sale de dentro” ,desde el fondo de nuestro corazón creador. Ser mamá es una posibilidad que siempre está en el aire, sobrevolando por encima de nuestra cabeza a la espera del momento adecuado… Algunas mujeres tienen hijos en su juventud, otras esperan a cumplir los cuarenta… Algunas lo tienen de sorpresa y otras lo planifican. A algunas, el bebé les dificultará la vida, trastocando todos sus planes para el futuro, mientras que para otras, el bebé será el final deseado de su cuento de hadas… Pero en cualquier caso y circunstancia, nuestro bebé es nuestro mayor tesoro, y lo amamos desde el momento que sabemos de su existencia.



Una mamá primeriza experimenta un cúmulo de sentimientos que a veces es difícil de sobrellevar, pero es normal, es de esperar… ¡No existe nada más importante en todo el universo que crear a una persona! ¡Es algo grandioso! ¡Es sublime! Describir lo que sentimos cuando sostenemos a nuestro bebé por primera vez es muy difícil. Por supuesto, sentimos gozo reverente, ternura, admiración y amor… ¡tanto amor! Pero también tenemos que luchar contra sentimientos de confusión, temor, duda, ansiedad…

Las primeras semanas suelen ser muy difíciles para las mamás primerizas. Nos enfrentamos a una fatiga extrema, incertidumbre acerca de nuestras habilidades, depresión post-parto, nuevas expectativas por parte de nuestra familia y amigos… y la sobrecogedora realidad de que somos responsables de un ser humano (un ser humano que no nos deja descansar y que nos reclama las veinticuatro horas del día). Nos podemos sentir llenas de felicidad y optimismo en un minuto, y llorosas y temerosas al siguiente.

Pero eso es normal, no eres la única que se siente así: Unas 300.000 mujeres dan a luz cada día, y la mayoría de ellas afirman que convertirse en madre fue el cambio más profundo que jamás experimentaron.

Tres sencillos consejos para madres primerizas:   No hagas caso a las dudas, al temor, a la depresión (es normal experimentarla y se pasará), a la ansiedad, al “¿podré?”, al “¿seré capaz?”… ¡Por supuesto que podrás y que serás capaz! Recuerda que las mujeres llevamos miles de años siendo madres (y la mayoría no teníamos ni idea de qué estábamos haciendo). No tengas miedo de preguntar y de pedir ayuda. Disfruta de tu bebé. Hazle sentir amado.   ¡Y que seas muy, muy feliz, mamá primeriza…!
 © Autor: Rebeca Byler



viernes, 3 de febrero de 2017

FELIZ Y BENDECIDO SÁBADO...



QUE TÚ DÍA SEA BONITO
A DISFRUTARLO EN FAMILIA
Y AMIGOS...
FELIZ Y BENDECIDO SÁBADO



FELIZ SÁBADO....



FELIZ SÁBADO
QUE TENGAS UN
DÍA SENSACIONAL..



BUENAS NOCHES



POR FIN A DESCANSAR...
BUENAS NOCHES


miércoles, 1 de febrero de 2017

CARTA DE DESPEDIDA...



Carta de despedida

Poco a poco me alejo de ti,
me alejo porque te quiero.
Sé que tu corazón no entiende el porqué, pero la razón a veces es más fuerte que el corazón… me duele esta decisión pero sabes bien que no puedo seguir llenando mi corazón con esta ilusión que acobija mi corazón...

El amor que nos tenemos es maravilloso porque nació de lo más profundo de estos corazones solitarios que encontraron en la distancia una razón por la cual soñaron, vibramos al dulce eco de esta voz que llegó al corazón que le trajo melodías a este corazón ya marchito y me hiciste feliz, muy feliz, pero hoy aunque mi corazón muere de dolor tengo que decirte adiós...

Esta despedida está llenándome de dolor, desgarrando mis entrañas, llevándose todo lo sueños, toda mi ilusión, sin ti mi vida será vacía pero sé muy bien que tú serás feliz y yo por ti también lo seré.

Gracias amor mío por enseñarme que se puede ser feliz aun cuando el dolor es parte de la vida misma.


Te quiero, te quiero y siempre te voy a querer…
Aun cuando hoy tenga que decirte adiós...

© 2006, Autor: Verónica Nicte Ramos
Derechos Reservados



CARTA A MI MADRE QUE ESTÁ EN EL CIELO




CARTA A MI MADRE QUE
ESTÁ EN EL CIELO


Querida mamita:
“En suaves tules envuelvo tus recuerdos
para que se conserven siempre así,
frescas como el rocío de la mañana.”

Ya no estás a mi lado, daría todo por poder leerte esta carta, pero ya no estás aquí, te has ido a donde no hay regreso, donde no te puedo buscar… Mas en mi corazón, que aún llora tu partida, vives encendida como una llama, porque no habrá más amor del que yo te guardo aquí.

Ya no estás, siento mucha soledad, mucha tristeza y todo lo que me rodea me recuerda a ti, te veo en mis flores, en mis prendas de ropa y en todo de mi vida cotidiana… porqué siempre estabas aquí, mirando y riéndote de mis locas aventuras que te contaba. Te siento aquí, en los cajones que guardan tus fotos, y este dolor de la realidad de tu ausencia, mamita, es tan grande ya casi no puedo ni respirar…

Mamita, me siento egoísta,
pues tengo muchos sentimientos encontrados,
¿por qué tuviste que irte?
No estaba preparada mamita, no lo estaba.

La única distancia que me separaba de ti, era una llamada y ahora no hay nada, sólo silencio, ese mudo silencio que agiganta más mi dolor… No sé cuánto durará este profundo dolor, quizás nunca se vaya, o puede que sea la forma que tengo de retenerte a mi lado. Mas debo ser una buena hija de Dios, obedecer y aceptar lo inevitable, sólo Dios sabe el porqué de las cosas.

Mamita,
yo siempre te guardaré aquí
junto a mi corazón,
me haces mucha falta.
A veces parece que todo es un mal sueño,
que voy a despertar
y te veré en el jardín cuidando tus plantas,
hablando y sonriendo.

Te extraño tanto mamita, no sé cómo sigo adelante, mas debo sacar fuerzas, siempre me decías que debía hacerme a la idea, pero nadie está preparado para afrontar la muerte y mucho menos la de una madre.

Mas la muerte es implacable y se lleva lo que más amamos, sólo nos queda el consuelo que un día nos volveremos a ver y nos fundiremos en un abrazo eterno. Siempre hablaré de ti, de lo maravillosa que eras, de tus días buenos y malos, pues tu vida me ha servido a mí para ser mejor mujer y madre.

Te amo mamá,
te siento en mi corazón,
pero siempre te extrañaré.

Te extraño mucho, mamá
te amo mucho
y siempre te recordaré



10 CONSEJOS PARA ENFRENTAR EL DOLOR DE UNA MUERTE...





10 consejos enfrentar el dolor de una muerte


Cuando llega la muerte, le acompaña un dolor tan intenso que llegamos a sentir que nuestra propia vida acabar cada vez que nombramos a la persona que falleció. Nos cuesta respirar y el dolor se vuelve tan profundo que hasta los huesos nos duelen… Duele tratar un tema así, duele hablar de la muerte, duele porque es personal, porque nos recuerda a la pérdida sufrida, porque extrañamos y quisiéramos no tener que hacerlo.




Sentimos que la muerte nos lo arrebata todo en la vida, pues cuando alguien muere hay un adiós que es para siempre. Tuviéramos o no una despedida, es un camino sin vuelta atrás, nunca más podremos volver a encontrarnos. No es fácil llevar este dolor, el dolor de la ausencia irremediable y permanente, el dolor que deja un gran vacío… pero sí hay formas de llevar mejor este dolor, formas de que aunque duela, sea algo más soportable.


10 cosas en las que pensar para ayudarte a superar el dolor que causa la muerte y ausencia de un ser querido:



1- Aunque siempre esté presente el dolor de un fallecimiento, siempre habrá algo o alguien que nos ayude a pasar por ese triste camino de oscuridad.

2- Aunque así lo sientas, nunca estás sola. Recurre a tus amigos, a la familia, a quien tienes cerca de ti… busca el apoyo y el abrazo que necesitas, lo encontrarás.

3- No evites hablar de la muerte y lo que sientes, sería peor. Deja que todo pase por tu mente como una película, una y otra vez… verás que con el tiempo no será tan doloroso el recuerdo.

4- Pensemos que simplemente había llegado su día, que pese al dolor que te causa, tal vez era lo mejor: Muchas veces en nuestro vano intento de retener a nuestra persona amada, sólo le hacemos mal. Tal vez no era lo mejor para ti, pero sí para quien se fue.

5- Lo cierto es que muchas veces nos ponemos egoístas con este tema. Quizás sabemos que deben irse, pero no nos sentimos preparados para su marcha, e intentamos evitarlo todo lo posible. Y cuando llega su hora, estemos preparados o no, nos duele su ausencia, porque a la hora de la verdad, por mucho que nos preparemos, la verdad es que nunca estaremos totalmente preparados.

6-Miremos la vida como algo prestado, tarde o temprano llegará la muerte, así que hemos de agradecer por cada día que tenemos la oportunidad de volver a ver la luz del día. Igualmente, alegrémonos y agradezcamos cada día que nuestros seres queridos vivieron este regalo que es la vida. Tal vez no fue tanto como hubiésemos deseado, pero tuvieron la dicha de vivir.




7-No te preocupes por verte llorando, es normal, es parte del proceso que necesitas pasar. Llorarás, lo harás hoy y mañana… habrá días que no quieras ver ni el sol, pero no temas, es normal, poco a poco lo irás llevando mejor.
8-Todos tendremos que superar la muerte de alguien, eso es seguro. Nadie que viva se salva de tener que despedirse de alguien, la vida es así, tiene un final.

9-Si crees en Dios, aférrate a la promesa bíblica de Dios no te hará pasar por ninguna prueba o tribulación que no seas capaz de superar. Por muy insoportable que sea tu dolor, puedes superarlo.

10-Por mucho que lo odiemos, la muerte es parte de la vida; o como diríamos, el final de toda vida. No es evitable: mientras vivamos, veremos el final de otros, así es la vida. Todo tiene un final, así está escrito, y así será. Asumámoslo, aceptémoslo, aunque quisiéramos que no fuese así, es así.


Cuando llega la muerte, el sufrimiento es inevitable.

Intenta pasar este dolor que te ha tocado vivir lo más suavemente posible. Lo que pasó no tiene revés, cuando llega la muerte es irremediable, por mucho que lo llores y lamentes no podrás deshacerlo. No queda más que aprender a vivir con ello, intentar que el recuerdo no duela sino que con el tiempo te haga feliz por lo compartido y vivido, aunque no fuese todo cuanto te gustaría que hubiese sido.

→ El peor de los lutos es la que llega por la muerte de un hijo.
Los padres nunca deberían enterrar a sus hijos, y hay dolores como estos que son más difíciles de llevar y superar. Pero la vida sigue, tu vida sigue y no estás sola; hay motivos por los que vivir y seguir luchando para ser feliz, por difícil que sea acabarás encontrándolos.
Es mi humilde esperanza, que al menos algunas de estas letras puedan ayudarte. Mira la vida con amor y a la muerte con respeto, hoy estamos y mañana no sabemos.
Autor: Shoshan.